lunes, 19 de diciembre de 2016

CUANDO ÉRAMOS INGENUOS



- Mujeres muertas aquí, en nuestras ciudades y pueblos, casi cada día.
- Muertos en una absurda (todas lo son) guerra en Siria que no se acaba porque no debe interesar.
- Otras guerras olvidadas siguen destrozando vidas de personas.
- Muertos cruzando el Mediterráneo huyendo del horror.
- Una ameba aneuronal votada por millones de personas gobierna el país más poderoso de la tierra. Otras amebas con no más neuronas siguen gobernando otros países y estados menos poderosos.
- El Fundamentalismo Islámico acaba con etnias y pueblos enteros, arrasa restos históricos, tortura mujeres y niños antes de matarlos.
- Políticos corruptos, ineptos, populistas, manipuladores y sin programas gobiernan países, estados y regiones con los votos de los millones de personas a las que empobrecen y cercenan derechos y libertades mientras políticos honrados que son la voz del pueblo son procesados por serlo.
- Aumento alarmante del fascismo y del populismo entre las clases trabajadoras, depauperadas y condenadas a la pobreza y cada día a menos derechos y libertades.
- Aumento de las agresiones machistas. Las televisiones venden, como si tal cosa, machismo en todas las franjas horarias.
- Aumento de la homofobia y de la “Homofobia de Estado” en algunos lugares.
- Aumento de la incultura. Preocupa que buena parte de la población en lugar de leer y formarse se enorgullezca de su incultura.
- Clima de violencia, de incertidumbre, de miedo: atentados inesperados, ataques sin sentido (la violencia nunca lo tiene), muertes…
- Manipulación por redes sociales, por algunas cadenas de televisión (también las hay que informan y e incluso realizan encomiables acciones sociales). Mentiras que se mueven como verdades porque a muchos La Verdad no les importa.

Claro que hay muchas cosas positivas. Si las enumero seguro que la lista es mayor. Afortunadamente.

Hubo un tiempo en el que éramos ingenuos. Unos años, tras décadas de postguerra creímos que la historia sólo podía avanzar, que no era cíclica. Que las profecías de Huxley y Orwell nunca se cumplirían. Unos años en los que estábamos convencidos que cada día seríamos más cultos, más felices, mejores personas y haríamos del mundo un lugar bello y habitable.
Si pienso en una imagen que resuma aquella ingenuidad esperanzada pienso en “Fama”, aquella serie de los años 80.



Me pregunto porqué hemos perdido la ingenuidad en sólo unos pocos años. ¿En qué punto del camino nos hemos perdido?
¿No deberíamos sacar de nuestra vida y de la sociedad a todos los despreciables que son la fuente de violencia, de mentira, de manipulación, de corrupción, de incertidumbre y de miedo?..