miércoles, 28 de septiembre de 2016

UNA CAMPAÑA VOMITIVA ¿LEEMOS EN PROFUNDIDAD?



La primera vez que lo ves, si además estás haciendo otras cosas, piensas: “¡que bueno! Dice verdades como puños. Describe la hipocresía de este país llamado España”. Pero aún así crees que “se te escapa algo”…
Después de reflexionar durante dos minutos te das cuenta de lo que es.

¿Un anuncio de un evento de pornografía/prostitución queriendo dar lecciones de coherencia y tildando de “hipócritas” otras realidades?..
Más allá de mostrar los tópicos: toros-políticos-iglesia católica-fútbol como epítome de la hipocresía, se presentan ellos, la industria de la pornografía/prostitución, como única opción coherente y quasi “salvadora”. ?!!!


Sí, es cierto: vivimos en un país en el que los toros siguen existiendo, hay personas en la iglesia católica que son un desastre, buena parte de la política es corrupción y en parte del fútbol hay homofobia ¿Y? ¿Es que acaso eso no lo sabemos de sobra? ¿Resulta que tiene que venir el Salón del Porno a…”abrirnos los ojos” sobre las miserias de nuestra sociedad??? Mejor que me ría…

El mundo de la pornografía/prostitución se permite criticar y aleccionar cuando es la realidad más opaca y lumpen que existe en nuestra sociedad.
Una realidad machista que cosifica la mujer convirtiéndola en objeto (en la acepción más estricta del término) para el disfrute del macho.
Una realidad oscura que mueve ingentes cantidades de dinero sin declarar, que “presuntamente” casi siempre va ligada al narcotráfico y a la compraventa de personas.
Una realidad que, en el caso del evento de la campaña de marras en lugar de contratar trabajadores “presuntamente también” ha buscado “voluntarios”, como si de una ONG se tratase, para que trabajen gratis a cambio de las entradas…

¿Y toda esta mierda se permite dar lecciones y llamar “hipócritas” (por más que lo sean) a otras realidades? ¡Venga va!

Lo que me molesta no es que lo hagan (cada cual debe poder hacer lo que quiera) sino que personas inteligentes lo difunden sin criticarlo como si fuese “la campaña definitiva que muestra la podredumbre de una sociedad”. Lástima que en esa campaña no se muestre la podredumbre de la industria de la porgnografía/prostitución.

Estas personas inteligentes que lo alaban lo hacen porque caen en el cepo. Es una campaña muy buena y muy bien hecha: música impactante, frases sencillas y lapidarias, estética contundente, verdades del barquero a medias y barriendo para casa. Como campaña resulta insuperable.

Sólo hay una cosa que puede superarla: leerla en profundidad.
Esta y todas, claro…

lunes, 26 de septiembre de 2016

¡PERO QUE PEQUEÑITO QUE ES!




- ¡LAS ACERAS. SON PARA LAS PERSONAS! ¡LAS ACERAS. SON PARA LAS PERSONAS!- Grita una y otra vez un único “manifestante” apostado en una acera del Paseo de Sant Joan de Barcelona un lunes de finales de septiembre hacia las 9 y pico de la noche. Cuando alguien en bici cruza grita aún con más fuerza.
- ¡SI SON PARA LAS PERSONAS BÁJATE TÚ DE LA ACERA Y DEJA DE DAR POR SACO, GILIPOLLAS!- Responde alguien desde un balcón.

En otra calle se para una moto. Una pareja discute. Él tira el casco al suelo y se va. Ella le recrimina cosas muy privadas. A gritos. El público:
- Pelas de novios.
- Más bien peleas de yonkis.
- ¿Yonkis? ¿Pero aún quedan?

Desde la ventana abierta de un tercer piso se oyen gritos. Otra discusión. Y sólo es lunes...

Delante de la Sagrada Familia. Varias personas esperando para cruzar una calle. Entre ellas una pareja oriental con un bebé de varios meses en un cochecito y una mujer occidental de unos sesenta y tantos años. Mira al bebé y exclama entre gritos:
- ¡PERO QUE PEQUEÑITO QUE ES!
No puedo evitar decirle:
- Señora, que es un bebé es normal que sea pequeño.
Respuesta lapidaria:
- Sí, ¡¡¡PERO ES QUE ESTE ES CHINO Y ES MUY PEQUEÑITO!!!
- Señora, los bebés chinos cuando nacen también son muy pequeñitos.
- Pero es que nunca había visto ninguno chino. ¡Que mono que es!
Los padres sonríen.
Me viene a la mente aquella anécdota que me explicaron de un conocido, ahora debe rondar los 44 años que, cuando empezaba a hablar hace como 42 años, en el mercado de Tarragona vio a un hombre centroafricano, lo tomó de la mano y le dijo a su madre, que casi se muere de la vergüenza:
- ¡Mamá! ¡Mira! ¡Es de verdad!

Estoy convencido que ni mi conocido cuando tenía dos años ni esta señora de sesenta y tantos lo han dicho por racismo ni con maldad alguna.
Sólo que tal vez no hemos cambiado demasiado…

Parado en una bici esperando que cambie el semáforo para poder cruzar la calle. Un chaval “gallito de pela”, que va a aparcar su moto en la acera decide que no le llegan los cinco metros de paso y tiene que meterse por los treinta centímetros que ocupo yo. Me hace el ademán de que me quite. Ni caso. Con imperativo tono de cabreo:
- ¿Te puedes apartar?
- Claro.
No muevo ni una ceja.
Nervioso:
- ¿Pero te vas a apartar o qué?
- Ya te he dicho que sí. En cuanto cambie el semáforo cruzo y me aparto.
Sigo sin moverme (por si alguien aún no se ha dado cuenta soy tauro) con lo cual no le queda más remedio que pasar por el espacio que le queda: sólo cinco metros.
Mientras aparca a mi lado, entre dientes, farfulla:
- Hijo de puta.
Entre dientes respondo:
- Pobre. Me ha confundido con su hermano.
Levanta la cabeza; mientras cruzo me giro y le clavo una mirada por encima de las gafas: mejor que los dos…”tengamos problemas de oído”…

Llego a casa. En el portal una pareja de Testigas. De Jehová. Me preguntan:
- Perdone, ¿sabe si en el quinto vive una familia de chinos?
Para mi que los vecinos chinos del quinto se traen algo extraño porque últimamente no para de preguntar gente por ellos.
- Pues no tengo ni idea. Pero por la Sagrada Familia acabo de ver a unos chinos con un bebé muy pequeñito-
Me miran sin comprender muy bien la tontería que les he soltado.
- ¡Ah, que bien! ¿Y usted? ¿No tendrá usted un momento?
Sonrío. Me lo han puesto fácil:
- No, lo siento. Yo no tengo cara de vivir en el quinto…
Buenas noches.

Definitivamente me encanta esta ciudad. Tiene infinidad de historias por todos los rincones.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

UNA IGLESIA QUE...¡VUELA!

“A mi m’agrada fer volar un estel
i veure com puja
puja cap al cel...”





(”A mi me gusta hacer volar una cometa
y ver como sube
sube hacia el cielo...”)

        Vicente repetía esta canción de esplai en su cabeza mientras trabajaba en el
huerto que tenía justo al lado de la iglesia del pueblo.
Limpiando zarzas en un rincón encontró un pequeño agujero que se fue ensanchando hasta tener la forma de un pozo redondo. Una vez arrancadas las plantas de puntas afiladas sacó la tierra para ver qué había debajo.
A un metro y medio de profundidad, bajo la capa de tierra, encontró escombros: piedras, trozos de cerámica y ladrillos. Capas y capas.
Las fue sacando bajando cada vez a más profundidad.

        Poco a poco fue descubriendo una bóveda semicircular de sillares perfectamente tallados. Llegó un momento en el que necesitó una escalera y cuerdas. Imaginaba que encontraría otra cisterna de época medieval o romana. El pueblo estaba lleno de ellas. Pero no fue así. A unos dos metros y medio de profundidad, y con un dolor de espalda considerable, Vicente encontró un suelo de piedra.

- Que extraño- se dijo- las cisternas suelen tener mucha mayor profundidad.

        Una vez limpio de escombros y polvo examinó detenidamente aquel espacio con su potente linterna de leds. Era una estancia circular de piedra bien tallada y pulida.
Tras pensar un rato qué debía ser aquel sitio llegó a la conclusión que sólo era un antiguo “pozo de hielo”, aquellos espacios generalmente bajo tierra pero también en construcciones alzadas que a partir de la Edad Media se llenaban de nieve y hielo en invierno y servían para conservar carne y alimentos durante meses; los precursores “ecológicos” de las neveras.





        Cuando se disponía a salir mientras imaginaba que allí pondría antiguos aperos del campo y lo taparía con una claraboya de cristal para que lo viesen los vecinos, la canción de su época de monitor de colonias seguía sonando en su cabeza:

“A mi m’agrada fer volar un estel
i veure com puja
puja cap al cel...”

Se dio cuenta que todavía quedaba un pequeño resto de cerámica clavado entre dos piedras, lo quitó para dejar toda la pared uniforme. Le costaba sacarlo, pero en lugar de molestarse, mientras tiraba seguía pensando:

“A mi m’agrada fer volar un estel
i veure com puja
puja cap al cel...”

        Cuando por fin lo arrancó sintió una bofetada de viento frío y notó como si se abriese una puerta.
En aquel mismo momento la iglesia barroca del pueblo, que estaba a escasos veinte metros del huerto de Vicente, hizo un ruido parecido a un “BRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR”, se elevó y salió volando. 
Como si de un globo que se desinfla se tratase, el viejo templo desapareció en el horizonte.

        Los habitantes del pueblo que lo vieron y oyeron primero se asustaron; después, muertos de miedo como si fuese una pesadilla, salieron corriendo hacia el lugar en el que, durante tres siglos, se había alzado majestuosa la iglesia de su pueblo.
En medio del rectángulo de forma de cruz latina que había ocupado el templo y que ahora sólo era un solar de tierra,  encontraron una cosa muy rara: su vecino Vicente, el del sastre, yacía espatarrado con cara de mareo, cubierto de polvo y cantando como si se hubiese caído dentro de un tonel de vino:

 “A mi m’agrada fer volar un estel
i veure com puja
puja cap al cel..."

Lo más extraño era que a su alrededor unos entes semitransparentes de color azulado, vestidos con hábitos de templarios, salían por un pasillo de piedra que procedía del huerto del propio Vicente.
Estos espíritus de templarios hacían un gesto en el suelo donde había estado la iglesia y salían volando en la misma dirección por la que había desaparecido esta.




          Poco a poco Vicente se fue despertando y se acercó a sus vecinos. Por algún motivo la procesión de espectros templarios no le daba miedo; sólo le cautivaba.
Al cabo de un buen rato salió, tras todos los fantasas, un templario con mitra y báculo de obispo que miró a los fascinados habitantes del pueblo y los bendijo.
En aquel momento se oyó un ruido ensordecedor y, en el lugar de la iglesia, se fue levantando hacia el cielo otra iglesia, esta en forma de cometa de ocho puntas que los habitantes del pueblo contemplaron con los ojos abiertos como platos.





          Cuando el nuevo templo templario ocupó el lugar de la iglesia barroca Tito, el del bar, dijo con su habitual voz cavernosa:
- ¡Pues nada que esto ya está! Al tajo todo el mundo. Que ya hemos perdido media tarde y tampoco hay para tanto.
Y todos se fueron a sus ocupaciones como si no hubiese pasado nada.
Unas cuantas mujeres del pueblo recogieron unas flores en la huerta de Amor, la del comercio, y mientras limpiaban la nueva iglesia, algo sucia por haber estado más de mil años en un espacio indeterminado entre el cielo y el suelo decían:

- Esta es mucho más bonita. ¡Donde vamos a parar!
- Claro que sí, Josefina- dijo Marisa- Ahora sólo falta que cambien al Papa y que el nuevo nos deje ser curas a las mujeres que ya es hora. Y no es que me queje de hacer la limpieza, pero los hombres también tienen dos manos y pueden aprender a meter flores en tarros. Empezando por mi marido.

          Vicente, el del sastre, volvió al pozo de hielo de su huerto donde estaba trabajando cuando aconteció ese hecho tan peculiar. Lo encontró distinto. Estaba tapado por una claraboya de cristal bajo la cual se podía ver una sacristía llena de vitrinas con reliquias que habían traído los templarios de Tierra Santa; había también una puerta que daba a un pasillo que la comunicaba con la iglesa.
- Mejor- se dijo- así me ahorro andar buscando aperos de labranza para decorarla y tener que limpiarla cada dos por tres.

 Dicen que la iglesia de aquel pueblo de frontera a partir del día en el que Vicente, el del sastre, abrió la puerta escondida siguió volando, como si fuese una IVNI (Iglesia Volante No Identificada), por todo el mundo hasta que encontró un lugar definitivo en el que era necesaria una renovación importante de La Iglesia.

Dicen también que aterrizó dentro de un jardín del Vaticano...
Eso dicen.
Vete tú a saber...

miércoles, 14 de septiembre de 2016

"ESTO" ES UN CASTAÑO


Sí. Aunque no lo parezca. Es un castaño común. De esos "arbolitos que dan castañas"...
Esa especie de hilito unido a una castaña, con minúsculas raíces y cuatro hojas que salen de un tallo más fino que el de una hierba, plantado en tierra adecuada, regado en su momento, abonado cuando toca y cuidado de los depredadores (desde el ganado a las orugas), dentro de bastantes años será un frondoso árbol que nos regalará sus frutos, su sombra, su madera. Que albergará nidos de pájaros entre sus ramas o madrigueras de roedores junto a su tronco y con sus sólidas raíces sujetará la tierra.
Quizá dentro de varios cientos de años, si ha sobrevivido a los incendios, a las sequías o a las talas, su enorme tronco siga expresando la maravilla de La Vida. La misma que el ser humano a menudo se empeña en hacer bailar de un hilo, cuando no directamente en destruir porque sí.
Todo esto suena a obviedad pero a menudo en la ciudad tendemos a pensar que somos el centro y la medida de todo. Y...“no es del todo así”...


La naturaleza me llevó a esta minúscula planta de castaño, en medio de un camino, para que la recuperase. Si con mis cuidados llega a enraizar, quizá dentro de 15 años pueda recoger sus deliciosos frutos.  Lo que es seguro es que vivirá mucho más que yo. Y, cuando hayan pasado muchos años y mi vida ya no sea ni un recuerdo, el castaño soberbio seguirá ofreciendo sus frutos, su sombra y su madera a quienes pasen y al verlo imponente, bien anclado en el suelo y con los dedos de sus ramas acariciando el viento, les costará pensar que un día fue un hilito unido a una castaña, con minúsculas raíces y cuatro hojas que salían de un tallo más fino que el de una hierba, que un ya olvidado loco amante de La Vida rescató, siglos atrás, de un camino, mimó y cuidó simplemente porque sí.
Y de alguna forma, pese a ser sólo un simple intermediario, estaré entre sus raíces ancladas firmes en el suelo y con sus ramas acariciando el viento. O al menos es bonito imaginar que así sea.
En cualquier caso los cuidados y los mimos habrán valido la pena.
Siempre es gratificante amar porque sí...
Decía D. Elton Trueblood: “Cuando un hombre planta árboles bajo los cuales sabe muy bien que nunca se sentará ha empezado a descubrir el significado de la vida”.

¿Qué os parece?

lunes, 5 de septiembre de 2016

LOS VIENTRES NO SE ALQUILAN. GESTACIÓN SUBROGADA.



- ¡Que fuerte Pepi! Me he enterado que hay mujeres que alquilan sus vientres para ganar mucho dinero y que otros puedan tener hijos. Se ve que políticos y líderes sociales que dicen que son progresistas se oponen a ello porque según ellos atenta contra la libertad de las mujeres. La verdad es que no entiendo nada.
¿Cómo se puede “alquilar un vientre”? ¡Ni que fuera una moto! ¿Cuando lo alquilan ganan tanta pasta como se dice? ¿Los niños se compran y se venden? ¿Por qué los “progres con carné” no lo quieren? ¿Es que se obliga a las mujeres a hacerlo? ¿Por qué se puede hacer en algunos países y en otros no? Ufff…Todo esto es muy complicado.

- ¡Que va a ser complicado, Matías!
Te lo explico en un momento.
Hay personas que no pueden tener hijos de forma natural porque o bien tienen problemas de esterilidad o bien porque son parejas masculinas u hombres gais o heteros sin pareja.
Algunas de estas personas a veces quieren tener hijos. ¿Podrían adoptarlos? Ciertamente. Pero… ¿por qué todo el mundo va a tener que ser igual? Además hay gente que quiere experimentar ser madre o padre desde antes de que la criatura haya nacido. ¿Porqué impedirlo si contamos con los medios para que estas personas puedan acceder a tener sus propios hijos e hijas? ¿Qué pasa que quienes se lo impiden son…”más personas” o pagan más impuestos o algo?..

- Ya, Pepi, si eso lo entiendo; pero lo de alquilar un vientre…
- ¿Qué tontería es esa? ¡Se alquilan los pisos o los coches! Las personas o las partes de las personas no se pueden alquilar.

- Entonces ¿Cómo es eso de lo de los vientres de alquiler?
- Para empezar el término “vientres de alquiler” es incorrecto. El correcto es “Gestación subrogada”. Vale, la palabrita se las trae pero simplemente quiere decir “sustituida”. Durante el proceso de Gestación Subrogada se sustituye a los padres que no pueden serlo de forma natural, por una madre que sí puede serlo. Es sólo eso.



- Vale, pero… ¿el hijo o la hija es de la “señora gestante sustituta”?
- No. Es de los padres, o madres que han creado todo el proceso. La gestante sólo gesta a la criatura. Hay variables: el óvulo puede ser de la madre, o puede ser el de una donante (en el caso de parejas heterosexuales estériles, de parejas gais, o de hombres solos) pero NUNCA es de la gestante.

- Lo voy pillando: óvulo de donante, útero de gestante.
- Eso es.

- Lo que me pone la piel de gallina es lo del dinero, lo del alquiler, el vender el hijo…
- ¿Tú eres donante de sangre y has dado esperma alguna vez, verdad?
- Ya sabes que sí.
- ¿Verdad que te han dado algo por hacerlo?
- Sí, claro: por dar sangre te dan una chuche al final, a veces un llavero de recuerdo; por dar semen unos 30€. Pero en el tema del que hablamos se habla de mucho dinero.
- Claro: las donaciones no se pagan. Se da una compensación, en función del tipo de donación, por las molestias y el tiempo invertido A más molestia la compensación es mayor. No es lo mismo donar óvulos que semen. Lo que no entiendo es como a los donantes de semen os pagan si “la molestia no es muy grande” precisamente…Pero ese es otro tema.

- Ya Pepi. Pero repito: que se les da un pastón. Que se habla de cien mil euros o más. Que sólo pueden acceder a eso quienes son muy ricos.
- Para empezar no siempre es tan elevada la cantidad. Pero si el precio total es muy grande es porque no se puede realizar en todos los países.
Quienes viven en España pueden acceder a la subrogación en EUA, Canadá, Grecia, Ucrania o Rusia. También en la India pero esa opción no es recomendable para ninguna de las partes.
Resulta que el proceso tiene unos costes. Compensación a la donante, proceso de la donante y agencia que tramita la donación, agencia que tramita el proceso de la gestante, compensación a la gestante, costes del embarazo, del parto, papeleo y permisos, viajes…En países como EUA en los que la sanidad es privada eso es mucho dinero. Sólo los viajes ya son una pasta.
En Canadá, Grecia o Ucrania el proceso es más barato, claro. Pero tampoco es gratis.

- Creo que lo voy pillando. ¿O sea que esos ciento y pico mil euros no van a una señora por parir un hijo y venderlo?
- ¡Pues claro que no! ¡Sólo faltaría! Aquí nadie vende nada.
La gestante en Estados Unidos puede recibir entre 10 y 30 mil. En Canadá y Grecia está prohibido que reciba compensación más allá de los gastos ocasionados con el embarazo y en Ucrania y Rusia hay un tope en unos 15 mil euros.
Si piensas que a ti te dan 30€ del ala por eyacular en un bote tampoco es tanto dinero…

- Pues no. Pero a mi que me sigan dando los 30€ que mal no me van. ¿Y si la gestante se dedica a vivir de eso? Diez mil al año no está tan mal…
- Hombre pues sí que lo está si es por toda la movida hormonal que supone un embarazo, sí. Para evitarlo hay un tope de gestaciones y por otro lado se busca que sean mujeres con una cierta solvencia económica para que no necesiten vivir de ello.

- Ah, mucho mejor. Pero… ¿y si se encariña de la criatura? Vale que no es suya pero puede pasar.
- Sí, claro. Todo puede pasar. También puede pasar que ahora mismo caiga un trozo de un satélite y acabemos esta interesante conversación. Para evitarlo, lo de que la gestante se encariñe con la criatura, lo del satélite no puede evitarse, las agencias buscan mujeres que comprendan lo que van a hacer, que hayan tenido sus propias hijas e hijos a los que querer, con una afectividad madura…Está todo muy bien elaborado y sin dejar flecos al azar.

- Ahora lo he entendido. Lo que no comprendo es dónde está el problema. Quiero decir que porqué no se puede hacer aquí. Imagino que si pudiese hacerse aquí todo ese proceso en la sanidad pública, sería mucho menos costoso. Para empezar quienes quisiesen hacerlo se ahorrarían viajes y todo lo que ello conlleva.
- Pues sí. Así es. ¿Qué dónde está el problema? ¿Y tú me lo preguntas? ¿Tú que vives en el país en el que hasta los progres van a los toros sin sonrojarse? El problema está ahí precisamente: en que en España hay progres que van los toros y se quedan tan anchos.
El problema son algunas personas que quieren derechos para sí pero no para otros. El problema es que hay personas que no entienden eso tan sencillo que te acabo de explicar. Y no porque no puedan sino porque no les da la gana. Se llaman “INTOLERANTES”, y eso por ser suaves, que se me ocurren otros adjetivos...
Intolerantes a secas. Que tampoco tienen nada que ver con el feminismo ya que nadie pide la “subrogación obligatoria” sino que aquí quien desee hacerlo pueda hacerlo. Que quien quiera parir para ayudar a otros pueda parir si es su deseo y sin que se lo impidan.

¿Dónde está el problema, dices? Dos o una personas quieren tener un hijo, otras dos personas les ayudan con su óvulo y con su útero. Al final quienes querían ser padres/madres tienen a su criatura y las otras dos han sido recompensadas por hacer una buena acción. Esa es la recompensa definitiva de la subrogación: ayudar a otras personas.
Lo que pasa es que el altruismo no lo entiende cualquiera.


- ¡Pues no! Por cierto, me voy que llego tarde a la donación.
- ¡¡¡Marrano!!! No hacía falta que me lo dijeras. Ains…
- De sangre, mal pensada.