martes, 9 de enero de 2018

MÁS DE DOS MILLONES DE HEROICIDADES

Uno de Octubre de 2017. Barcelona.  Llueve.
Los helicópteros se han pasado la noche dando vueltas sobre la ciudad. Lo escribo y me cuesta creerlo.
Anoche en la escuela de al lado de casa celebraban una fiesta de cumpleaños. En varias ocasiones el helicóptero se paró encima iluminando a la gente con su potente foco. "Mejor, así podré recoger la ropa tendida sin gastar luz"...
Mi mente está en un susto familiar que pocas horas antes ha ocurrido a más de mil kilómetros de distancia.
Cuando me dirijo a votar al colegio que me corresponde me siento raro. Tengo miedo. No sé si lo que estoy viviendo es real de tan absurdo que parece. La lluvia me hace pensar que igual estoy despierto...
Tras cuatro horas esperando en la cola me empiezo a dar cuenta de la magnitud de lo que estamos viviendo.
Mi mente está dividida entre la salud de la persona que más quiero, lejos, y el dolor de la tierra que más amo sobre la cual llevo siendo yo casi 30 años.
Esperando, van llegando noticias. Noticias de golpes, de saqueos, de destrozos, de abuelos ensangrentados, de gente pacífica golpeada por máquinas de matar armadas hasta los dientes. Y entonces el miedo desaparece. No soy un héroe. Nadie de quienes me rodean lo son. Pero no permitiré que me impidan ser libre. Otra vez no. Aquí no. Y tampoco permitiré que rompan mi opinión. No voy a agredir a nadie; nunca lo haría, pero protegeré lo mío.
Por fin, entre lágrimas de emoción, voto. Vuelvo a casa fortalecido para reponer fuerzas y regresar a proteger, con mi presencia, lo que he votado.
Las historias de más de mil personas heridas duelen. Las imágenes de cargas policiales contra civiles desarmados ofenden. Los discursos de los políticos y líderes de opinión "de siempre" dan arcadas.

Y de sus "idiómatas": autómatas idiotas que, pese a no ser nada ni tener ningún poder, poseen nombre. Se llaman Marisa, Dolores, Juan Carlos, José María, Alfonso, Ana María, Alberto, Gregorio, Luis, Antonio, Isabel...Algunas de estas "presuntas personas" nunca han estado en Cataluña, otras han nacido y vivido siempre aquí. Todas ellas comparten una característica: su odio hacia la libertad siendo sólo voces de los amos que los manejan. La última de la lista, que sólo estuvo en Cataluña en una boda hace un montón de años, me soltó hace poco sin despeinarse: "¡vas a saber tú más que el Telediario!"...ese es el nivel...
Como soy muy comprensivo puedo entender la manipulación a la que están sometidos quienes ni aman ni conocen esta tierra. Pero...¿los que son de aquí?  ¿cómo pueden desconocer la tierra en la que viven? ¿cómo pueden odiar tanto la tierra que les permite ser quienes son?..Uno llega a la conclusión que no vale la pena intentar comprenderles. A los "idiómatas" se les elimina de las "Redes Sociales" y entonces se desvanecen en su propia nada. A fin de cuentas son eso: nada. Y siempre lo han sido.

Quienes siguen sin querer comprender lo que ocurre en esta tierra única de paz y libertad siguen "informándose", con perdón claro, con el Telediario, Ana Rosa&Susana, ABC&El País o El Periódico&La Razón. Lo hacen lamentándose de "lo mal que están las cosas en Cataluña" mientras no ven como les quitan servicios y derechos donde viven.

Quienes quieren saber lo que vivimos, nuestras aspiraciones, aquello que siempre hemos sido, porqué el 1 de Octubre no se levantó ninguna mano ni siquiera cuando estábamos siendo agredidas, se enteran hablando con nosotros.

No hice nada heroico el 1 histórico de Octubre. Salvo ir a votar. Como yo más de dos millones de personas demócratas que también fueron a votar y revalidaron su voto el 21 de diciembre, no hicieron nada heroico. Pero todas hicimos una gran heroicidad.
NO OLVIDEMOS NUNCA EL 1 DE OCTUBRE DE 2017, el día que España decidió perder Cataluña.
NO OLVIDEMOS NINGUNA DE LAS MÁS DE DOS MILLONES DE HEROICIDADES.
NO OLVIDEMOS A NUESTROS PRESOS POLÍTICOS Y A NUESTROS EXILIADOS.
El documental que no emitirá ninguna televisión española:







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